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jueves, 12 de mayo de 2011

¿Cómo agregar valor a la auditoría?

Por Anna Karen Fadl Martínez

No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer”. Johann Wolfgang Goethe

Cualquier auditor que desee realizar su trabajo con calidad, debe asegurarse de cumplir con los requisitos de independencia, integridad, objetividad, confidencialidad y conducta profesional. También debe tener las habilidades técnicas y la competencia profesional requerida para cumplir con sus necesidades. En el caso de una firma, además debe saber a quién asignar el trabajo y delegar responsabilidades de manera que haya una adecuada dirección, supervisión y revisión a todos los niveles. Si es necesario, se debe dejar a un lado el orgullo y consultar a aquellos dentro o fuera de la firma que tengan el conocimiento necesario. No sólo tienen que evaluar a los clientes prospecto, sino que se debe hacer una revisión continua de los clientes existentes para considerar la capacidad e independencia del o los auditores y la integridad de la administración del cliente. Como en la mayoría de las actividades de calidad, debe hacerse un monitoreo continuo sobre la adecuada efectividad de las operaciones.
Lo anterior se supone que debe ser seguido y respetado por cualquier auditor, aunque en la práctica no suceda. Sin embargo, podemos considerar que en la vida hay que realizar todas nuestras actividades dando lo mejor de nosotros y, como auditores, tenemos la capacidad de dar al cliente tanto lo requerido por las normas, como conocimiento adicional que ayude a la gerencia a mejorar el negocio. No hay porqué quedarnos en la simple verificación de cumplimiento; de esta manera obtendremos una mayor satisfacción profesional y una ventaja ante nuestra competencia. En un mundo laboral cada vez más globalizado, dicha información puede ser lo que nos diferencie y haga que un cliente nos elija a y no a otro auditor.
Pero, ¿cómo transmitir los hallazgos al cliente? El auditor tiene oportunidad de hacerlo a través de su carta de sugerencias, la cual es crítica, debido a que es el medio por el cual se puede recomendar uno o varios cambios al cliente. Dicha carta representa un reto ya que, a diferencia del dictamen, no existe un formato estandarizado y no debe ser susceptible a malos entendidos. Cada una tiene estructura y contenido diferente dependiendo de la naturaleza, los resultados del trabajo, la información que necesita ser comunicada, y hacia quienes está dirigida la información. Para que el usuario pueda interpretar los resultados adecuadamente, la carta debe contener información específica, significativa, realizable y orientada a obtener resultados oportunos. De esta manera la carta será convincente y conllevará a resultados positivos.
La información que se comunica es la que se obtiene por medio del análisis de los riesgos, del control interno y de las operaciones. En cuanto a los riesgos, se pueden proponer métodos para administrarlos. En relación a los controles internos, en caso de detectar que no son eficientes y eficaces, sería de valor que, además de notificar al cliente, se recomiende eliminar controles que frustren a la organización y alternativas que implementar en su lugar. También podemos proponer mejoras a la estructura organizacional, a los procesos y asegurar el cumplimiento de las directivas de la gerencia. Además se pueden calcular y analizar las razones financieras, de manera que la compañía pueda comparar su desempeño con el de años anteriores y con el de otras compañías del sector, con el fin de reforzar los hechos positivos y solucionar los negativos. Si se detectan problemas de mercado o de negocio en marcha, a la empresa le vendría bien saberlo para obtener asesoría nuestra o de algún otro experto. Todo lo mencionado permitirá al cliente competir con mayor éxito.
Para las empresas productoras, comercializadoras o algunas otras que manejen inventarios, puede ser de gran ayuda que el auditor sugiera el método de valuación de inventarios y costo de ventas que considere apropiado. El manejo de dichas cuentas suele resultar complicado para muchos y les llegan a traer fuertes complicaciones.
Otro aspecto sobre el cual el auditor podría dar una sugerencia útil es el de estructura de capital; muchas compañías incurren en fuertes costos que los pueden llevar hasta la quiebra por no tener la adecuada. Es probable que no tengan completo conocimiento de su riesgo de negocio, riesgo comercial, de cómo manejar su posición fiscal o su capacidad para obtener capital en términos razonables. Muchas veces la decisión también se ve afectada por actitudes conservadoras o agresivas de la administración. El auditor los podría guiar para que logren el equilibrio entre riesgo y rendimiento.
Una de las áreas que puede ser más atractiva para los clientes es la fiscal. Muchos clientes no tienen un conocimiento preciso de las disposiciones fiscales, están temerosos de incurrir en defraudación fiscal y no planean las operaciones que realizan. El auditor puede ofrecerles una planeación fiscal que les permita optimizar el pago de las contribuciones, buscando que ésta se apegue a los lineamientos legales establecidos. Lo anterior les permitirá optimizar sus recursos, evitando erogaciones innecesarias, a fin de canalizar dichos recursos para incrementar su productividad.
Otra parte muy relevante del trabajo del auditor no tiene que ver con conocimiento, habilidades, procedimientos y papeles de trabajo; por supuesto que lo anterior es la parte medular y sin ello sería imposible realizar una auditoría, pero no le quita importancia a la actitud, respeto y otros valores. Un profesionista que es positivo, amable, respetuoso y empático, se ganará la confianza de los miembros de la empresa que está auditando, podrá ser mucho más eficiente y obtener resultados mucho mejores. Por ejemplo, los empleados de la empresa auditada estarán dispuestos a entregar los documentos solicitados con rapidez y a ayudar a entenderlos, a un auditor que los saluda y es cordial. Sin embargo, pueden decidir darle menos importancia y posponerlo con tal de no dejar de hacer sus labores, cuando el auditor pasa y ni los voltea a ver, es indiferente o grosero con ellos. Lo mismo aplica con los compañeros de trabajo del auditor, sean de la misma jerarquía, menor o mayor. Todos pondrán más de su parte si se sienten cómodos y tomados en cuenta en su equipo, y su trabajo será de mayor calidad.
Lo anterior, es clave en el desempeño de cualquier actividad y que puede hacer la diferencia de muchas maneras. Dichos aspectos pueden hacer que la perspectiva del trabajo dé un giro de ciento ochenta grados, pues pueden hacer que se pase el tiempo de una manera grata o desagradable e incómoda. También pueden significar que a alguna persona le llegue a apasionar su trabajo o que decida cambiar de equipo o incluso de área. Incluso pueden ser el factor decisivo para que asciendan a una persona en lugar de a alguno de sus compañeros.
Un auditor cuya reputación es intachable y que se destaca por su rectitud, da valor a su cliente porque los usuarios de la información financiera confiarán completamente en los datos presentados, tomarán decisiones favorables en base a ellos e identificarán al cliente como una empresa responsable y transparente.
Para muchas empresas el resultado del trabajo del auditor puede significar el éxito o el fracaso. De ahí la importancia de que se realice lo mejor posible. Cuando los resultados de la auditoría son claramente comunicados, entendidos y las acciones correctivas apropiadas se toman, una carta de sugerencias o informe de auditoría con valor agregado no solo conlleva a operaciones efectivas y eficientes, sino que también puede posicionar a la organización a avanzar y mejorar sus metas en ganancias.

“Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario”. Elbert Hubbard

Referencias:

Sánchez Miranda, Arnulfo. Planeación Fiscal: Importancia y Fundamento Constitucional. Recuperado el 02 de mayo del 2011 de http://www.ejournal.unam.mx/rca/190/RCA19003.pdf
Norma Internacional de Auditoría 220. Control del Calidad para el Trabajo de Auditoría.
Asunción 1926 tercer casa a mano derecha. entre Brasilia y patria

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